Jesús González MateosCartas del director Jesús González Mateos

UE 2020: el año que salimos del abismo

UE 2020: el año que salimos del abismo

Los problemas ponen al ser humano ante la necesidad de respuesta en positivo, de la misma forma que las crisis se pueden convertir en oportunidad. Una pandemia es un mal irreversible porque deja detrás la secuela de vidas humanas, de dramas económicos y de secuelas sociales que perdurarán en el tiempo. Sin embargo, la COVID-19 nos ha obligado a dar lo mejor de cada uno y, en el caso de la Unión Europea, a poner en valor la esencia misma de su sentido de identidad. Estar unidos ante la enfermedad ha supuesto una respuesta similar a la que significó el nacimiento del proyecto europeo en 1957: huir del horror de dos guerras mundiales. 2020, el año de la epidemia mundial, será recordado también como aquel en que la UE decidió poner en marcha el mayor plan de recuperación económica de la historia, 750.000 millones de euros, mediante un mecanismo de deuda mutualizada, es decir, que todos los europeos de manera solidaria hemos decidido plantar cara al coronacrack.

LA UNIÓN EUROPEA SE VACUNA

LA UNIÓN EUROPEA SE VACUNA

El próximo 27 de diciembre, si previamente la Agencia Europea del Medicamento (EMA) da el visto bueno a la vacuna de BioNTech/Pfizer, los ciudadanos de la Unión Europea empezaremos a ser vacunados contra el COVID-19. Culmina así un esfuerzo de la instituciones europeas para dotar en tiempo y forma a los Estados miembro de dosis de las distintas fórmulas que en el mercado han pasado las pruebas pertinentes. En total, la UE ha comprado 2.000 millones de dosis dentro de la estrategia común que la Comisión Europea presentó en el pasado mes de julio. El objetivo: garantizar la producción en Europa de vacunas de calidad, seguras y eficaces, y un acceso rápido a estas por parte de los Estados miembros y sus ciudadanos. Todo ello de manera asequible y solidaria para todos. En pocas situaciones más críticas se pone en valor la fortaleza de la Unión, pues, difícilmente ningún país por si solo tiene la capacidad necesaria para garantizar la inversión en el desarrollo y la producción de un número suficiente de vacunas.

Semestre europeo a paso germánico

Semestre europeo a paso germánico

La Canciller Angela Merkel abandonará la política después de las elecciones federales el próximo 26 de septiembre de 2021. En julio se hizo cargo de la presidencia de turno del Consejo Europeo, en el que podría ser su último acto de poder en la UE. En plena pandemia, ante la peor crisis sanitaria, social y económica vivida en el continente desde la II Guerra Mundial, la líder durante 16 años de la política alemana y, por supuesto, de las decisiones de la Unión, se marcaba una agenda repleta de enormes retos en seis meses. En menos de doscientos días la gestión de la presidencia germánica ha cosechado una larga lista de éxitos que podrían calificarse de históricos. El más relevante la aprobación de 1,8 billones de euros para el periodo 2021-2028, mediante la combinación de los Presupuestos de la UE y del plan de recuperación “Next Generation EU”, la primera experiencia de deuda solidaria mutualizada de todos los europeos.

Primer aniversario de la Comisión Von der Leyen

Primer aniversario de la Comisión Von der Leyen

El pasado 1 de diciembre se cumplía el primer aniversario del nombramiento de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea. 365 días cargados de enormes problemas y marcados por la pandemia del COVID-19 que, sin embargo, dejan un amplio bagaje de buenos resultados en su gestión. La alemana ha demostrado mano izquierda política para manejar un Parlamento Europeo mucho más fragmentado que en anteriores legislaturas, mano derecha firme para llevar adelante una agenda ambiciosa en la toma de decisiones y una neutralidad diplomática inteligente con los líderes de los 27 en el Consejo Europeo. El resultado nada menos que 1.104 medidas, incluyendo 645 beneplácitos sobre las ayudas estatales. Y, sobre todo, la aprobación del plan de recuperación europeo “Next Generation EU”, una histórica decisión de deuda mancomunada de los socios de la Unión de 750.000 millones de euros. Solo por esto, Von der Leyen pasará a las mejores páginas de la historia de la construcción europea.

Brexit, ¿capítulo final de un drama?

Brexit, ¿capítulo final de un drama?

El calendario deshoja los últimos días de este aciago 2020 y con las uvas llegará la fecha límite para alcanzar un acuerdo pacífico de salida del Reino Unido de la Unión Europea. El 31 de diciembre, por las buenas o por las malas, los británicos dejarán de ser ciudadanos de la UE en toda su extensión. Y a poco más de treinta días de la conclusión de este drama shakespiriano nadie puede garantizar si la negociación en curso llegará a buen puerto. Nos separan contenidos tan relevantes como la competencia justa, la gobernanza y la pesca. La realidad es que pese a haber quedado ensombrecido por la crisis del COVID-19, el Brexit sigue siendo el desafío más grave al que se ha enfrentado el proyecto europeo: será la primera vez que un miembro abandone la Unión y ello conlleva riesgos de todo tipo para los 27 socios que permanecen unidos. De ahí, que el resultado final de la negociaciones no puede resultar un cierre en falso para la UE, en el que cualquiera pueda ver debilidades a futuro.

La UE se juega la vida: no debe haber subvenciones sin democracia

La UE se juega la vida: no debe haber subvenciones sin democracia

Los gobiernos de Hungría, Polonia y Eslovenia han hecho uso del derecho de veto para bloquear la entrada en funcionamiento del Plan de Reconstrucción “Next Generation EU” y de los nuevos presupuestos europeos 2021-2027. El problema surgió cuando la presidencia alemana logró sacar adelante su propuesta de condicionar las ayudas al cumplimiento del Estado de Derecho. Entonces los líderes populistas del Este se dieron por aludidos con razón y pusieron en marcha los mecanismos de obstáculo a la llegada a las capitales europeas del imprescindible maná de Bruselas para salir de la crisis. Los cientos de miles de millones de euros comprometidos en el acuerdo del pasado mes de julio, se han quedado en el limbo de la insolidaridad impuesta por unos Estados gobernados por ultranacionalistas que entienden la Unión Europea como un club del que solo quieren extraer beneficios, sin realizar esfuerzo común alguno. Europa se encuentra ahora en la encrucijada de aceptar o no su chantaje: subvenciones por democracia. Una táctica que ya aplicaron en plena crisis de los migrantes que huían de la muerte en la guerra de Siria.

Presidente Biden o el reencuentro europeo con el aliado norteamericano

Presidente Biden o el reencuentro europeo con el aliado norteamericano

Tras una semana de respiración contenida por el lento y ajustado escrutinio electoral en Estados Unidos, las instituciones europeas se lanzaron en tropel a felicitar a Joe Biden, el nuevo presidente electo norteamericano. La presidenta de la Comisión Europea y los presidentes del Consejo y del Parlamento se unieron como una única voz para dar la bienvenida al nuevo inquilino de la Casa Blanca, en plena polémica por las acusaciones de fraude electoral lanzadas por su contrincante republicano, Donald Trump. Parece evidente que tanta velocidad en la comunicación mostraba un claro apoyo a Biden y al sistema democrático estadounidense y, también por supuesto, un alivio por dejar atrás cuatro años de relación entre EE.UU y la UE repleta de desencuentros políticos y de enfrentamientos comerciales. Trump rompió la tradicional amistad trasatlántica poniendo en cuestión la OTAN, el intento de acuerdo comercial entre las dos potencias e incluso, puso fin a su mandato con la salida de Washington del Pacto de París para la lucha contra el cambio climático. Con estos antecedentes, cuatro años suyos hubieran significado una pesadilla y la llegada del candidato demócrata al poder, solo puede mejorar la relación.

Perspectivas económicas de la UE: en el peor escenario

Perspectivas económicas de la UE: en el peor escenario

La pandemia de coronavirus supone una conmoción de proporciones históricas para las economías mundial y de la UE, con gravísimas consecuencias sociales y económicas. La actividad económica en Europa sufrió una grave perturbación en el primer semestre del año y repuntó fuertemente en el tercer trimestre a medida que se iba produciendo el desconfinamiento. Sin embargo, el rebrote de la pandemia en las últimas semanas está provocando perturbaciones al paso que están obligando de nuevo a las autoridades nacionales a introducir nuevas medidas de salud pública para limitar su propagación. La situación epidemiológica implica que las proyecciones de crecimiento durante el período de previsión están sujetas a un nivel de incertidumbre y riesgos extremadamente elevados. En una palabra: de nuevo tratar de optar entre salud y economía se hace imposible y como en primavera la actividad económica se rinde ante la evidencia de la expansión de la enfermedad. Así las cosas, 2021 pinta muy mal, aunque una vez más el comportamiento de las economías es muy heterogéneo en los Estados miembro de la UE.

Next Generation EU, ese oscuro objeto del deseo

Next Generation EU, ese oscuro objeto del deseo

A modo del film de Luis Buñuel, Ministerios, Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, agentes sociales y empresas cotizadas, compiten por seducir y conquistar los fondos del Plan europeo de Reconstrucción, “Next Generation EU”. Nadie quiere quedarse fuera del reparto de un botín del total de los 72.000 millones de euros en subvenciones, ni ser el último cuando empiece a llegar el maná de Bruselas. La reciente 23 Conferencia de Presidentes de Comunidades Autónomas presidida por Pedro Sánchez contó con la tele presencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, máxima responsable del buen uso de los dineros del plan. “Europa está con ustedes. El Plan solo tendrá éxito si se trabaja en equipo. Necesitamos que estéis preparados para absorber esta enorme cantidad de fondos”. El mensaje de la alemana fue claro y rotundo. Ahora toca que el Gobierno español aclare el proceso mediante el cual se va a producir el reparto.

En 2030, o la economía europea será verde o no habrá economía

En 2030, o la economía europea será verde o no habrá economía

Tenemos una década para transformar la sostenibilidad de nuestro modelo económico si queremos que la vida en el Planeta sea viable. Si no aceleramos los procesos de transición ecológica, la degradación del entorno medioambiental hará imposible la supervivencia de las personas tal y como hoy la conocemos. La Unión Europea pretende convertirse en la vanguardia de la lucha climática y en la aplicación de la Economía Circular como ejes vertebradores de una Estrategia Verde que ofrezca soluciones a tiempo a los enormes desafíos del Milenio. Por eso las instituciones europeas están en pleno debate finalista de los objetivos y los plazos para conseguirlos. Dos hitos: 2030 y 2050, y un compromiso crítico: la reducción de emisiones de CO2. Comisión, Parlamento y Consejo Europeos, tienen propuestas distintas, más y menos ambiciosas, que nos adentran de lleno en la problemática del desmantelamiento de un sistema económico agotado y un titubeante nuevo mundo. Una batalla entre zombis y no natos sin un camino claro que recorrer.