La voluntad europea de dotarse de un cuerpo de reacción rápida para la pacificación de conflictos se tambalea cuando se trata de poner dinero. Los Estados miembros se muestran poco dispuestos a dedicar parte de su presupuesto nacional de Defensa a la fuerza militar comunitaria, por lo que pretenden asegurar su operatividad en detrimento de su independencia respecto a la OTAN.
¿Quieres seguir leyendo?
Recuperar contraseña
Introduzca la dirección de correo con la que se registró y le enviaremos su clave de acceso.
Aquí Europa ahora es más Libre
Desde ahora, la mayoría de las informaciones de Aquí Europa son de libre acceso mediante la suscripción AE Libre.
Nuestro sitio web usa cookies para mejorar la experiencia de usuario, conocer sus hábitos de navegación y ofrecerle mejor contenido.
Si continúa navegando por el sitio entendemos que da su consentimiento a nuestra política de cookies.
Aceptar
Our website uses cookies in order to improve your user experience, know your navigation habits and offer you better contents.
By using this website you consent to our cookie policy.
Accept