Es cierto que a pocos políticos europeos les gusta Silvio Berlusconi, y mucho menos como presidente del Consejo Europeo por seis meses. Pero contra eso, nada se puede hacer, pues son las reglas del juego. Por tanto, el escándalo montado por un buen número de eurodiputados cuando el dirigente italiano presentaba en Estrasburgo su programa de Presidencia es un triste caso más de politización partidista de la sociedad civil, a expensas de los ciudadanos y del buen progreso de Europa.
¿Quieres seguir leyendo?
Recuperar contraseña
Introduzca la dirección de correo con la que se registró y le enviaremos su clave de acceso.
Aquí Europa ahora es más Libre
Desde ahora, la mayoría de las informaciones de Aquí Europa son de libre acceso mediante la suscripción AE Libre.
Nuestro sitio web usa cookies para mejorar la experiencia de usuario, conocer sus hábitos de navegación y ofrecerle mejor contenido.
Si continúa navegando por el sitio entendemos que da su consentimiento a nuestra política de cookies.
Aceptar
Our website uses cookies in order to improve your user experience, know your navigation habits and offer you better contents.
By using this website you consent to our cookie policy.
Accept