Después de la abolición de las cuotas a los productos textiles el pasado 1 de enero, la industria europea del sector se ha visto obligada a hacer frente a grandes desafíos, principalmente derivados de la llegada de productos textiles chinos al territorio comunitario. Por ello, el grupo de alto nivel de la industria textil europea ha fijado nuevos objetivos que pretenden frenar la "invasión" del gigante asiático, y ha hecho un llamamiento a las autoridades nacionales con el fin de que contribuyan a paliar las mutaciones estructurales de esta industria, atrayendo nuevos inversores y ofreciendo nuevas posibilidades de reconversión, que incluyan una ayuda social a las regiones más afectadas. Además, ha expresado su satisfacción por el último acuerdo alcanzado entre las autoridades de Pekín y la Comisión Europea.