Representantes de la Unión Europea y de Rusia se reunirán el jueves y el viernes de esta semana en la ciudad rusa de Samara en uno de los momentos más tensos que han atravesado las relaciones bilaterales hasta ahora. El objetivo es analizar cuestiones generales de interés mutuo -desde el acuerdo de Asociación y Cooperación hasta la energía o el cambio climático- e intentar aprovechar todo el potencial de los contactos. La UE acude a la cita con un espíritu constructivo, a pesar de las reticencias de Polonia, Lituania y Estonia, y dispuesta a abordar cuestiones como el acceso de Rusia a la Organización Mundial del Comercio, los visados y readmisión de inmigrantes ilegales y la cooperación con los conflictos regionales (más allá de los conflictos congelados). Los europeos insisten en la importancia de contar con Rusia como socio internacional y en este sentido quieren potenciar también la cooperación en materia de ciencia y educación, así como dar la oportunidad a Moscú de expresar su opinión respecto a la situación de Kosovo, Irán y Oriente Medio.