Los tibetanos continúan siendo reprimidos por el Gobierno chino y los representantes de la UE debaten la posibilidad de no acudir a los actos oficiales de los próximos Juegos Olímpicos de Pekín, como signo de desaprobación a la actuación de China. En el Pleno del Parlamento Europeo, que ha acogido un debate sobre este asunto, Hans-Gert Pöttering, presidente de la Eurocámara, ha señalado que "todo político responsable tiene que plantearse si participará en la ceremonia de inauguración" de los Juegos. Karma Chophel, presidente del Parlamento tibetano en el exilio y recibido en Bruselas por eurodiputados, ha instado a la Unión Europea a presionar a China para que no vulnere los derechos humanos de los tibetanos. Por su parte, los ministros de los Estados miembros intentarán alcanzar mañana, en el Consejo informal de Asuntos Exteriores, una posición común para responder a la actuación de las autoridades chinas con respecto a Tíbet. Algunos países de la Unión Europea, como Francia y Bélgica, ya han expresado que no descartan un boicot a los Juegos Olímpicos. De momento, España acudirá a los actos oficiales.