Reforzar los poderes del Parlamento Europeo crearía "una alienación aún más grande entre los ciudadanos de los países europeos y las instituciones de la Unión". Esto le ha espetado Vaclav Klaus -presidente de República Checa, país que ostenta la Presidencia de turno de la UE- al Pleno de la Eurocámara hoy en Bruselas. En un provocador discurso, el mandatario checo ha declarado que la entrada en vigor del Tratado de Lisboa no hará sino aumentar el déficit democrático en Europa. Estas palabras han generado reacciones de lo más dispares entre los eurodiputados: mientras que unos aplaudían entusiasmados, otros han optado por salir de la sala movidos por la indignación.