Un nuevo estudio, financiado por el VI Programa Marco de la Unión Europea, revela que la proteína C-reactiva (CRP en sus siglas en inglés) no es la causante directa de las enfermedades del corazón, tal y como los expertos pensaban. El equipo de investigadores que ha llevado a cabo el proyecto, ha estudiado los genes que controlan los niveles de CRP en la sangre y sus efectos como posible causante de problemas coronarios.