Hace un año y dos días, el colapso del banco norteamericano Lehman Brothers hizo estallar la peor crisis desde el Crack de Wall Street de 1929. Hoy, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, reunidos en Bruselas, han conseguido consensuar una postura común que defenderán en la Cumbre del G20 en Pittsburgh la semana que viene. Sobre uno de los puntos más peliagudos, la remuneración de los ejecutivos bancarios, propondrán acordar unas reglas vinculantes internacionales que condicionen sus retribuciones variables a los resultados del banco. En particular, apuestan por que los directivos pierdan sus 'bonus' en caso de mala gestión.