Padres y profesores tienen que participar para prevenir y detectar la radicalización violenta entre los jóvenes. Es una de las conclusiones a las que han llegado los ministros de Educación, reunidos hoy en Bruselas. También han coincidido en fomentar el trabajo juvenil como herramienta para fortalecer el sentimiento de pertenencia a la sociedad, así como en impulsar el pensamiento crítico y la alfabetización mediática.