La victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos y la cercanía de elecciones en países como Francia, Países Bajos y Alemania en las que los populismos y la extrema derecha pueden acechar el poder, parece haber levantado cargo de conciencia en Europa. Hoy, en el Comité Económico y Social Europeo, la Comisión y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han izado levemente la bandera de la autocrítica.