Las previsiones de desaceleración de la Eurozona ha provocado que Mario Draghi, presidente del BCE, haya decidido no solo no subir los tipos de interés hasta finales de este año sino también impulsar un nuevo paquete de liquidez para los bancos. El propio Banco Central ha rebajado las previsiones de crecimiento para la zona euro del 1,8% previsto para 2019 al 1,1% del PIB, y sigue la estela de revisión a la baja del resto de organismos internacionales.