Unión Europea

VÍDEO | Los cinco retos de la UE para la 'vuelta al cole'

por María G. Zornoza

La UE se toma un respiro estival, pero el nuevo curso político depara una agenda frenética. Durante los próximos meses, se constituirá la nueva Comisión Europea, que -previsiblemente- verá la consumación del Brexit. En otoño, los Veintiocho también deben fijar el presupuesto comunitario para los próximos años o lidiar con la guerra comercial y la crisis de Irán.

Brexit

La asignatura pendiente por excelencia sigue teniendo nombre de Brexit. El 31 de octubre está llamado a ser el día D, el momento en el que el Reino Unido abandone la Unión Europea, según acordó Theresa May, ex primera ministra británica, con sus 27 homólogos europeos.

Sin embargo, la llegada de Boris Johnson al 10 de Downing Street ha enfriado la relación entre Bruselas y Londres. El exalcalde de Londres está dispuesto a sacar a su país del bloque comunitario de forma abrupta y sin acuerdo. Su plan para el Brexit es renegociar el Acuerdo de Salida con la UE o marcharse el mismo 31 de octubre a las malas. La primera no es una opción para los Veintiocho, que siempre han defendido que el texto no se puede modificar ni en una coma. El escenario dos, el de la enésima prórroga del Brexit, podría obtener la luz verde de la UE, ya que nadie quiere pasar a la historia por ser el responsable de un divorcio a las malas. Pero Boris Johnson ha defendido que bajo ningún concepto solicitará otra extensión. Su campaña se ha basado en el lema ‘do it o die’ (hazlo o muere).

Sin embargo, el euroescéptico no es todo el Gobierno británico, y mucho menos el Parlamento británico. Una mayoría de la Cámara de los Comunes rechaza salir de la UE sin acuerdo así como una parte importante de los tories. En este escenario de caos e imprevisibilidad en el que se ha convertido el Brexit, durante los próximos meses podríamos ver en el otro lado del Canal de la Mancha una moción de confianza contra Johnson, unas elecciones anticipadas o una salida abrupta del Reino Unido. Lo que parece más inverosímil es la renegociación del Acuerdo de Salida.

Guerra comercial

Hace un año Jean-Claude Juncker, presidente de la Comsión Europea, y Donald Trump, presidente de Estados Unidos, sellaron una tregua para evitar una guerra comercial tras la aplicación de aranceles de la Admistración Trump a productos europeos. 12 meses después el alto fuego es muy frágil. Las negociaciones comerciales están entre los dos aliados históricos están paralizadas. Además, en noviembre concluye el ultimátum de Washington para poner impuestos a los automóviles comunitarios, lo que elevaría la tensión transatlántica a niveles máximos.

Presupuestos

En ámbito estrictamente europeo, la UE mira a sus cuentas. Los 28 tienen que fijar el que será su presupuesto para el periodo entre 2021 y 2027. El Consejo debe fijar su posición a principios de septiembre y la Eurocámara hacer lo propio en octubre para después comenzar unas arduas negociaciones.

Crisis de Irán

En clave internacional, los ojos viran a Irán. La tensión en el Golfo es tal que EEUU y la República Islámica bordean el conflicto abierto, lo que tendría graves implicaciones para la seguridad y estabilidad europea. Serán meses claves también para la relación Bruselas – Teherán y la supervivencia del acuerdo nuclear. Josep Borrell, llamado a ser el próximo jefe de la diplomacia europea, tomará las riendas del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) si así lo avala el Parlamento Europeo el próximo 1 de noviembre. Mantener vivo el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) que se ha erigido como uno de los grandes logros diplomáticos de la UE durante este mandato será uno de sus retos. Su agenda también tendrá una parada clave en la multi-crisis de Venezuela, que vive un ‘impasse’ desde hace meses y será vital la celebración –o no- de las elecciones presidenciales libres y transparentes que pide la Unión Europea.

Nueva Comisión

El 1 de noviembre toma posesión la nueva Comisión Europea, la Comisión von der Leyen. La alemana debe lidiar con una primera promesa, que además no depende de ella: crear un Ejecutivo comunitario paritario. De momento, los números no dan y los Estados miembros siguen priorizando los nombres masculinos para los cargos de comisarios.