Es de todos conocido que no es lo mismo hablar de noticias falsas que de desinformación, si bien, el resultado, puede ser el mismo. Incluso el objetivo puede coincidir. La noticia falsa requiere una intención, hay que construirla. Mientras que la desinformación puede tener la intención, pero también ser dejación, apatía e ignorancia. En estos meses en los que estamos viviendo una situación mundial excepcional, por la falta de referentes recientes, la desinformación está jugando en contra de los ciudadanos, los gobiernos y las instituciones.
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