Este martes se reanudan las conversaciones entre el Partido Conservador y el Laborista para romper el impasse del Brexit. El encuentro llega tras el batacazo de los principales partidos en las elecciones locales del jueves. La líder tory estaría dispuesta a saltarse algunas de las líneas rojas para conseguir aprobar el Acuerdo de Salida. Pero no a cualquier precio: Corbyn debería sacrificar el referéndum de confirmación que pide la mayoría de sus diputados.

“La pelota está en el tejado británico”, ha afirmado Michel Barnier, negociador jefe del Brexit por parte de la UE, en una charla en la localidad belga de Lovaina. En medio de una especie de balsa de aceite del Brexit el francés pide que haya un acuerdo ya entre los dos principales partidos. Además, el partido de Jeremy Corbyn decide si apoya un segundo referéndum confirmatorio del acuerdo que alcancen.

Nicola Sturgeon, ministra principal escocesa, ha anunciado este miércoles que planea convocar un referéndum de independencia del Reino Unido antes de mayo de 2021. Lo único que puede detenerlo, dice, es que se frene el Brexit. El plebiscito debe ser autorizado por el Gobierno británico, al que se le suma otro dolor de cabeza con esta nueva declaración de intenciones.

La primera ministra ha alentado a los diputados británicos a que reflexionen durante la Semana Santa para las decisiones que el Parlamento tendrá que tomar a la vuelta de las extensas vacaciones que tendrán hasta el 22 de mayo. Theresa May ha recordado que no quería pedir esta extensión y ha situado en las conversaciones con los Laboristas la clave para desatascar la crisis del Brexit. Jeremy Corbyn, líder de la oposición, ha acusado a May de dejar al Reino Unido “en el limbo”.

Otra vez hay cumbre sobre el Brexit. De nuevo, los Veintisiete concederá a Theresa May una prórroga si la primera ministra es capaz de desdibujar una hoja de ruta. Y otra vez Londres ha rechazado un no acuerdo (esta vez en forma de ley). Los líderes de Estado de y de Gobierno se dan cita hoy en Bruselas en otro encuentro "crucial" apara la salida del Reino Unido. Pese a las reticencias de Francia, se espera que el Consejo otorgue una prórroga flexible a Londres.

Cámara con tembleque, vaso de agua y sofá en su residencia de descanso en Chequers. La primera ministra se dirigió a la nación a la nueva usanza, con un vídeo en Twitter para animar la tarde de domingo de los británicos. En él volvió a remarcar la necesidad de un acuerdo con los Laboristas, con unas negociaciones que comenzarán de nuevo este lunes. Miembros del Gobierno ya hablan de la Unión Aduanera como la opción que gana más enteros como resultado de la negociación.

Los preparativos para un ‘no acuerdo’ en el Brexit están listos. La Comisión Europea ha hecho hincapié este jueves en sectores como las medicinas, los animales vivos, las plantas o para que continúe el transporte por carretera, avión y tren. En el caso médico el Ejecutivo comunitario ha afirmado que están preparados para seguir garantizando la seguridad y el suministro en todos los medicamentos que los europeos puedan necesitar. En el de transporte, se garantiza “la conectividad básica” a ambos lados del Canal de la Mancha,

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Ocupa una cuarta parte de la Declaración Política, el documento que sienta las bases de la relación futura entre la UE y el Brexit. La Seguridad y la Política Exterior son unos de los grandes perdedores de la salida de la isla. Londres deja de tener acceso a Europol o a la euroorden. La UE a un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU o a una de las agencias de Inteligencia más robustas. Con el Brexit ambos lados del canal de La Mancha pierden. Aunque unos más que otros.

La incertidumbre es máxima y, por tanto, la precaución también ha de serlo. El riesgo de no acuerdo al final del Brexit se contempla como una posibilidad más real cada día, y la Unión Europea comienza a detallar qué sucedería en ese escenario. Este miércoles le ha tocado a Pierre Moscovici. Y el comisario de Asuntos Económicos ha sido claro al respecto: los controles aduaneros serán “rigurosos”.

La primera ministra ha remarcado en un discurso tras reunir a los miembros de su Gobierno durante siete horas que quiere salir de la UE con un acuerdo. Para ello, reclamará una nueva extensión corta, lo necesario para alcanzar un acuerdo, y pedirá a Jeremy Corbyn, líder laborista y de la oposición, sentarse a la mesa para comenzar una negociación que desemboque en un plan acordado.

En los últimos días, Escocia ha abierto la puerta a celebrar un nuevo referéndum de independencia si se consuma el Brexit y Theresa May ha encajado una traición interna de uno de sus ministros claves. Este jueves, el Partido Conservador podría, además, sufrir una derrota histórica en las elecciones locales de Inglaterra e Irlanda del Norte. Más presión para la primera ministra, que ha demostrado un 'Manual de Supervivencia' propio.

Finalmente el Reino Unido concurrirá a las europeas. Después de meses de arduas negociaciones, la que parecía ser la única opción descartable por todos se ha impuesto como realidad. El próximo Parlamento Europeo seguirá contando con 751 eurodiputados, de los cuales 73 serán ocupados por representantes del Reino Unido. Entre ellos regresará uno de los artífices del Brexit, Nigel Farage, y surgen nuevas formaciones políticas pro-UE como Change UK en cuyas filas destaca Rachel, la hermana de Boris Johnson.

Cansancio durante el enésimo debate sobre el Brexit en la Eurocámara. Entre alabanzas (no unánimes) a la actuación de Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, que reclamó una extensión larga, los líderes han pedido a Londres que llegue ya a una conclusión. Por su parte, Esteban González Pons, viceportavoz del Partido Popular Europeo (PPE), ha recalcado que es “peor un Brexit indefinido” que uno “duro”.

La noche de Halloween puede ser el final de la pesadilla o el comienzo de una más fuerte en forma de no acuerdo. Los Veintisiete acordaron en la madrugada del jueves una extensión del Brexit hasta el 31 de octubre con una revisión en junio, que Theresa May, primera ministra británica, ha aceptado. Esto hace que se apruebe una extensión intermedia entre la corta solicitada por May y la larga que abogaban buena parte de los líderes. El encuentro ha desatado fisuras en el eje franco-alemán.

Michel Barnier, negociador jefe del Brexit por parte de la UE, ha remarcado al término del Consejo de Asuntos Generales en Luxemburgo que la intención de la UE es que no haya un no acuerdo. Y aunque no quiere hablar de extensiones largas o cortas, todo hace indicar que los países se inclinan por apoyar una prolongación más larga de la propuesta por Theresa May hasta finales de junio.

Theresa May no ha conseguido tampoco cumplir este nuevo plazo, y ahora vuelve a reclamar una extensión hasta el 30 de junio. Pero con dos detalles diferenciadores: la primera ministra afirma que el país empezará a prepararse para unas elecciones europeas el jueves 23 de mayo por si fuesen necesarias. La primera ministra quiere tener el acuerdo cerrado para esa fecha, pero si no lo consigue, el país eligirá a sus eurodiputados. Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, ofrece 1 año de extensión.

Los eurodiputados lo han dicho: Gibraltar es una colonia. El Pleno ha aprobado por 502 votos a favor, 81 en contra y 29 abstenciones el primer documento de la UE que define el peñón en estos términos. Una victoria para España, que en la sombra ha negociado este movimiento; un mensaje para el Reino Unido: no es lo mismo estar dentro que fuera de la UE; y una derrota para los eurodiputados británicos, que se llevó por delante la cabeza de Claude Moraes, destituido al frente de la comisión de Libertades Civiles.

Aunque Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, ha dado un poco de aire a Theresa May, primera ministra británica, concediéndole un margen para conseguir aprobar un acuerdo antes de la cumbre del próximo miércoles, ha sido claro: si no hay acuerdo el 12 de abril solo quedará un no acuerdo o una extensión larga. Y el primer escenario para el líder comunitario es “muy probable” en estos momentos.

El culebrón del Brexit no cesa. Y las imágenes de lo que ocurre cada semana en el Parlamento británico han dejado de sorprender. El lunes por la noche, la Cámara de los Comunes rechazó (de nuevo) todas las opciones para desencallar el ‘impasse’. El escenario más previsible pasa ahora por una nueva ronda de votos en el Parlamento y una posible cuarta votación del Acuerdo de Salida. La UE se impacienta, y Michel Barnier, negociador jefe por la UE, alerta del "riesgo" para el club comunitario de una nueva extensión del Artículo 50.

Las elecciones europeas han vivido un volantazo inesperado en las últimas semanas, con la crisis del Brexit provocando que el Reino Unido pueda participar en los comicios. Esto haría que España perdiese, aunque fuese mientras no se produjese el Brexit, los cinco escaños que ganó con la redistribución del Parlamento. En el caso de una participación británica los Socialdemócratas y los Conservadores y Reformistas serían los más beneficiados.