Theresa May, primera ministra británica, tuvo el domingo una buena noticia: por fin los Veintisiete daban luz verde al Acuerdo de Salida, el texto, de 585 páginas, que estructura la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Pero eso es solo el principio de la prueba más dura para la primera ministra: el trabajo casi imposible de intentar que el Acuerdo de Salida sea aprobado por el Parlamento Europeo.