Se enfrían las expectativas migratorias de la cumbre europea. Las sensaciones pre-encuentro son que no habrá acuerdo sobre la reforma de Dublín ni concreciones sobre las plataformas de desembarco. Un varapalo para la canciller alemana Angela Merkel que puede irse a Berlín sin nada que ofrecer a sus socios bávaros. En lo que sí habrá consenso es en la idea de reforzar las fronteras y combatir a los “traficantes de personas”. También en el menú Brexit, reforma de la Eurozona y guerra comercial.