Viktor Orbán, primer ministro húngaro, envió ayer una carta a la Comisión Europea pidiendo que pague la mitad de la alambrada que Budapest está levantando para frenar “el torrente de inmigrantes ilegales” durante el pico de la crisis de los refugiados. “No es una exageración decir que la seguridad de los ciudadanos europeos ha sido financiada por los contribuyentes húngaros”, asegura Orbán en la misiva en la que reclama 400 millones de euros.