Estaba llamada a ser una cumbre Visegrado-Israel, pero los últimos encontronazos de Tel Aviv con Polonia la han reducido a encuentros bilaterales. De la cita en tierra santa ha salido la apertura de Hungría de una oficina en Jerusalén con estatus diplomático; mientras que Eslovaquia abrirá un centro de información y cultura. Una primera semilla hacia el reconocimiento de Jerusalén como capital del Estado hebreo en detrimento de la postura comunitaria.