La Comisión Europea ha calificado como “bastante lento” el progreso de las principales plataformas digitales en su lucha contra la desinformación. Bruselas ha cargado contra compañías digitales como Facebook, Twitter o Google asegurando que los problemas persisten y esta no puede ser “la nueva normalidad”. Mientras tanto, la capital comunitaria comienza a abrir el debate sobre la necesidad de regular la actividad de estas empresas.