Cambio de ciclo político en Kosovo. La victoria en las urnas de los partidos opositores Vetevendosjede y Liga Democrática de Kosovo (LDK) deja, por primera vez, fuera del ejecutivo a los partidos surgidos de la guerrilla. Estos resultados podrían dejar un desbloqueo en las relaciones de Pristina con Belgrado, lo que facilitaría la aproximación del joven país balcánico a la Unión Europea.
La Comisión Europea sigue de pulso con el Consejo Europeo sobre los Balcanes Occidentales. Federica Mogherini, Alta Representante de Exteriores de la UE, ha pedido a las capitales que den luz verde al inicio de las negociaciones para la adhesión de Albania y Macedonia del Norte. Pero los Veintiocho, especialmente Francia y Países Bajos, se muestran todavía escépticos a dar este paso y han vuelto a retrasar la decisión hasta octubre.
“Los Balcanes han hecho su parte, ahora le toca cumplir a la UE”, ha señalado este miércoles Federica Mogherini al presentar la evaluación anual sobre el proceso de reformas en los Balcanes Occidentales y Turquía. Le jefa de la diplomacia europea ha advertido al Consejo Europeo de que, si no reconoce los avances hechos en Albania y Macedonia del Norte, se pondrá en peligro la credibilidad de la UE y se desalentarán nuevos cambios que lleven estabilidad a la región.
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión, cierra mandato sin sumar más miembros a la familia comunitaria. Aunque por el camino sí ha perdido a uno. La UE ha certificado este lustro la muerte de la adhesión turca, aunque no se ha atrevido a hacerlo de forma oficial. Además, la creciente presencia de Rusia en la región, ha hecho desviar la mirada del Ejecutivo comunitario a los Balcanes, a los que espera dar la bienvenida en 2025.
La tensión entre Croacia y Eslovenia ha resucitado esta semana tras las acusaciones de los medios de comunicación eslovenos contra la Inteligencia croata por interferir en el proceso de arbitraje fronterizo entre ambas naciones. Desde que las dos partes se independizaran de la antigua Yugoslavia en 1991, los litigios por las fronteras han sido continuados. Bruselas se mantiene al margen y, de momento, prefiere no pronunciarse sobre el supuesto caso de espionaje.
El Gobierno griego ha resistido años de tensión económica y medidas de austeridad; pero no ha aguantado el acuerdo sobre el nombre de Macedonia que el pasado verano ponía fin a 30 años de conflicto entre la Antigua República Yugoslava de Macedonia (FYROM) y Grecia. Los ultracionalistas de Griegos Independientes han dejado el Ejecutivo y esta semana Alexis Tsipras, primer ministro heleno, afronta una crucial moción de confianza.
Primero fue la propuesta de movimientos fronterizos. Después los aranceles del 100% de Kosovo a productos ‘made in Serbia’. Y en los últimos días ha llegado la creación del primer Ejército real de Kosovo. Las relaciones entre Belgrado y Pristina se enturbian, y con ello también lo hace su camino hacia la UE. El bloque comunitario, la OTAN y la ONU han afeado el nacimiento de esta Armada; mientras que Estados Unidos lo aplaude.
El anhelo de Federica Mogherini, Alta Representante de Exteriores de la UE, para conseguir un acuerdo entre Serbia y Kosovo antes de que concluya su mandato, es decir, antes de mayo de 2019, se escapa. La relación entre Pristina y Belgrado atraviesa horas bajas. A la propuesta de hace unos meses sobre un cambio fronterizo para "purificar" los dos Estados llega una lucha política e internacional que de momento ha acarreado la imposición por parte de Kosovo de aranceles del 100% a Serbia.
Bosnia-Herzegovina ha celebrado este fin de semana elecciones presidenciales y legislativas. Las fuerzas nacionalistas han sido las grandes triunfantes de unos comicios que dirán mucho del futuro del país balcánico en la Unión Europea. Uno de los ganadores en las urnas es el serbio Dodik, conocido por sus lazos con Rusia y aversión al proyecto europeo.
“Hay que decir con claridad que el proceso ingreso de Montengro en la UE es irreversible”, ha señalado Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo, junto a Milo Dukanovic, presidente de Montenegro, que se ha convertido en el primer jefe de Estado de los Balcanes en intervenir en el Pleno de Estrasburgo. Podgorica ha visto crecer exponencialmente su economía en los últimos años y se postula a ser el nuevo miembro de la UE tras la salida del Reino Unido. Sin embargo, todavía tiene que lidiar con el Estado de Derecho y el desempleo juvenil.
La sensación tras la determinante consulta es de contradicción. Un respaldo del 91,6% del ‘Sí’ en un referéndum se vería en cualquier parte del mundo como una victoria contundente. Pero la baja participación nubló la jornada del domingo en Skopje: solo acudieron a las urnas el 36,9% de los 1,8 millones de macedonios censados. Para pasar esta prueba determinante para el futuro del país en la UE y la OTAN, el plebiscito necesitaba la participación de al menos el 50% de la población. Bruselas se agarra al apoyo masivo para continuar con el proceso.
El próximo domingo los macedonios votan en referéndum si quieren pasar de llamarse República de Macedonia a República de Macedonia del Norte. El país balcánico se juega con la decisión su futuro en la Unión Europea y en la Alianza Atlántica. El fantasma de injerencia rusa o el recelo por un sentimiento de abandono de Europa durante los últimos años jugarán un papel que las fuerzas nacionalistas intentan explotar para boicotear la consulta.
La Comisión Europea ha llegado este jueves a un acuerdo con Serbia para desplegar en el país unidades de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex). Algo que ya tiene acordado con Albania y la Antigua República Yugoslava de Macedonia (FYROM) y que espera hacer en el futuro en Bosnia y Herzegovina.
La UE no monitorizará las posibles injerencias en el referéndum macedonio, “Hablamos de un referéndum en un país soberano que tiene, por lo tanto, la responsabilidad de organizarlo”, ha señalado la portavoz comunitaria Maja Kocijancic en referencia a la consulta “histórica” que los macedonios celebran a finales de este mes. De obtener el ‘sí’, Skopje daría un salto de altura hacia la UE y la OTAN. Sin embargo, los fantasmas de la intrusión rusa en el camino de Montenegro hacia la Alianza Atlántica planean en el ambiente.
La propuesta sobre un posible cambio fronterizo en el acuerdo final entre Serbia y Kosovo han provocado un nuevo 'impasse' en las negociaciones, que se celebran desde hace cinco años bajo el paraguas de la UE. La cita "histórica" de este viernes en Bruselas entre ambos presidentes se ha reducido a encuentros bilaterales con Federica Mogherini. "No voy ha reunirme con esos mentirosos", ha señalado el presidente serbio Aleksandar Vucic.
Un cable de Wikileaks ha revelado que la Antigua República Yugoslava de Macedonia (FYROM) ya estaba dispuesta en 2008 en rebautizarse en Macedonia del Norte. La filtración ha servido a las fuerzas nacionalistas de ambas partes a avivar el debate para que el acuerdo firmado entre Atenas y Skope este verano no entre en vigor. El pacto todavía se enfrenta a pruebas de fuego: referéndum en FYROM y filtro de los Parlamentos nacionales.
Federica Mogherini, Alta Representante de Exteriores de la UE, ha mostrado este viernes su “esperanza” en conseguir un acuerdo entre Serbia y Kosovo antes de que concluya su mandato, es decir, antes del próximo mayo. En medio de las negociaciones, la UE ha alzado la voz en contra de un posible movimiento de fronteras que podría reabrir viejas heridas. Siria, Irán y Venezuela han sido los otros puntos clave del encuentro de ministros de Exteriores.
72 horas de “de un debate tormentoso” como lo describía el premier albano Edi Rama hicieron falta para que el Consejo Europeo allanase el camino de Tirana y Skopje a la Unión Europea. Francia, Dinamarca y Países Bajos presionaron hasta el final para posponer lo máximo la apertura de negociaciones de adhesión con los dos países balcánicos. Pero el bloque tenía una deuda pendiente con FYROM tras poner fin a 27 años de conflicto por el nombre.
República de Macedonia del Norte. Estas cinco palabras ponen fin a 27 años de disputa entre Grecia y Macedonia. Resuelto el “famoso contencioso del nombre” como se conoce en los pasillos de Bruselas, Skopje da un salto de altura hacia la OTAN y la Unión Europea. Es además un guiño a los flecos fronterizos de los Balcanes Occidentales. Pero no todo está hecho: el acuerdo debe pasar los filtros de los Parlamentos nacionales y lidiar con las sensibilidades de la opinión pública.
La última vez que los líderes europeos se reunieron en una cumbre sobre los Balcanes Occidentales fue quince años atrás: Tesalónica 2003. La que se ha celebrado hoy en Sofía, la capital búlgara, venía anunciándose desde hace meses como “potente”. Sus conclusiones, no obstante, evidencian la división en torno a la adhesión de la región entre los Estados miembros y las propias instituciones y el ‘impasse’ de la UE en lo que hasta hace no mucho fue su patio trasero.
Desde ahora, la mayoría de las informaciones de Aquí Europa son de libre acceso mediante la suscripción AE Libre.
RegistrarseNuestro sitio web usa cookies para mejorar la experiencia de usuario, conocer sus hábitos de navegación y ofrecerle mejor contenido. Si continúa navegando por el sitio entendemos que da su consentimiento a nuestra política de cookies. Aceptar
Our website uses cookies in order to improve your user experience, know your navigation habits and offer you better contents. By using this website you consent to our cookie policy. Accept