A las tensiones globales y comerciales de la cumbre del G7 del año pasado, este año se une un nuevo componente. Si en 2018, Trump estaba aislado, en esta ocasión cuenta con un nuevo aliado: Boris Johnson. El encuentro entre las principales potenciales mundiales que arranca este sábado anticipa más desencuentros que puntos en común. Y la pregunta es: ¿hará Trump, de nuevo, que la cita salte por los aires?
Ya lo había advertido hace seis meses. Donald Trump sacaría a su país del Tratado de Reducción de Armas de Medio y Corto Alcance (INF, por sus siglas en inglés) 32 años después de su firma entre Gorbachov y Reagan. La OTAN ha respaldado a su principal miembro y vertido toda la culpa sobre Rusia. Entretanto, la UE hace una llamada a evitar una nueva carrera armamentística.
La tensión continúa en el Golfo Pérsico. La propuesta del Reino Unido para crear una misión europea que garantice la seguridad en el estrecho de Ormuz ha recibido una propuesta fría de Teherán, que la considera un acto de “provocación” y “hostilidad”. Entretanto, las potencias firmantes del acuerdo nuclear iraní siguen sin encontrar la fórmula para dirimir el impacto de las sanciones estadounidenses.
La relación entre la Unión Europea y Turquía sigue tensándose. Hace unas horas ha llegado la respuesta al castigo comunitario por las perforaciones de Ankara en aguas chipriotas. El ministro de Exteriores turco ha anunciado que su país se desvincula del acuerdo migratorio pactado en 2016 alegando que la UE no ha cumplido su parte de exención de visados.
La crisis del Golfo se perfila como el gran conflicto geopolítico de este verano. Con el acuerdo nuclear en vilo, la creciente tensión entre Teherán-Washington-Londres y la reciente escalada por la crisis de los petroleros, un paso mal calculado podría ser la chispa que incendie el volátil caos controlado en la región. Además, la debilidad del Reino Unido por su situación interna o la llegada de Boris Johnson al 10 de Downing Street complicaría la situación.
Pese a las advertencias de la comunidad internacional, Israel ha comenzado este lunes la demolición de 10 edificios palestinos –que suponen en torno a 70 viviendas- de Jerusalén Este, la parte de la ciudad sagrada ocupada por el Estado hebrero desde 1967. El movimiento se produce en medio de un enfriamiento de las relaciones entre Bruselas y Tel Aviv y de tensión en la región.
Los eurodiputados han vuelto a reunirse este jueves en Estrasburgo. Sobre la mesa, el debate sobre la situación de los Derechos Humanos, con especial atención en las manifestaciones de Hong Kong, el problema fronterizo entre Estados Unidos y México y la relación de los activistas medioambientales y los presos políticos ucranianos con Rusia. La Unión Europea ha sido clara: “Rechazamos todo tipo de violencia”.
“Parece que hay algunos europeos que no reaccionarán hasta que los misiles nucleares iraníes aterricen en suelo europeo, y entonces, por supuesto, será demasiado tarde”, ha señalado Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí. El hebreo ha criticado con dureza la postura comunitaria llegando a compararla con la adoptada en la época nazi.
El acuerdo nuclear iraní cumplía ayer sus cuatro primaveras. Y lo hacía en un momento en la que su supervivencia es una incógnita. "No está muerto todavía", es la frase que más se ha repetido en el Consejo de Asuntos Exteriores que ha reunido este lunes a los 28 ministros comunitarios en Bruselas. La UE busca a contrarreloj salvar el JCPOA, en un momento en el que Teherán ha dado varios pasos hacia su incumplimiento.
Este jueves se cumplen 24 años del 'Genocidio de Srebrenica', una matanza que tuvo lugar durante la guerra de Bosnia (1992-1995) en la que miles de personas fueron asesinadas. Todavía hoy se sigue dando sepultura a restos de víctimas. Con motivo de la efeméride, la Unión Europea ha conmemorado el aniversario de los asesinatos: "Esta tragedia todavía nos persigue”.
“Le dije lo que debía hacer [en las negociaciones sobre el Brexit] y no lo hizo”. Hace unas horas, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, emitía su última cornada contra Theresa May, primera ministra británica saliente, después de que se filtrasen unas declaraciones del embajador británico criticando la gestión del magnate. Este último es uno de los muchos desaires que el inquilino de la Casa Blanca ha dedicado a la huésped del 10 de Downing Street.
La Unión Europea está “extremadamente preocupada” por la segunda violación de Irán del acuerdo nuclear. Entretanto, desde Teherán advierten de que no habrá más ultimátum. Si el 5 de septiembre los países firmantes no cumplen su parte, se desmarcará del pacto, el mayor logro diplomático de este mandato comunitario. Desde la salida de Estados Unidos, el acuerdo nuclear se encuentra en el hospital, pero ahora entra en fase de respiración asistida.
El español Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores en funciones, será -si así lo ratifica la Eurocámara- el sustituto de Federica Mogherini a los mandos de la diplomacia europea. Mucho separa a estos dos perfiles, que sin embargo, tienen más elementos en común de lo que podría parecer a priori. El catalán tendrá que lidiar con un mundo cada vez más volátil, la ampliación de los Balcanes (y Kosovo), además de gestionar la tensión en Oriente Próximo, donde su nominación ya ha levantado ampollas.
Josep Borrell, ministro en funciones de Asuntos Exteriores, será el próximo Alto Representante de Exteriores de la UE. Así lo han decidido los Veintiocho en una maratoniana cumbre por el liderazgo europeo. El catalán sustituirá a Federica Mogherini al mando de la diplomacia europea y será el segundo español es ocupar este cargo. Cuenta con experiencia en la arena global y en los pasillos de Bruselas, pero su edad es un hándicap para un puesto que requiere vivir buena parte sobre un avión.
Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, el foro que reúne a las principales economías del mundo ha dejado de tener el epicentro en reforzar los lazos multilaterales. El G20, que arranca el viernes en Japón, centra las miradas en las tensiones biltaterales que llegan desde Rusia hasta China. Y la mayoría pasan por Estados Unidos. El inquilino de la Casa Blanca, fiel a su estilo, ya ha calentado el encuentro a golpe de declaraciones provocadoras.
Irán se ha visto arrastrado a ser la piedra en el zapato de la relación transatlántica. La fuerza de la diplomacia europea se sigue midiendo con la defensa del acuerdo nuclear iraní, imagen de las dos concepciones del mundo que tienen Bruselas y Washignton. En una entrevista, y en medio de la tensión por la crisis de Ormuz, Trump ha afirmado que en lo que respecta a Irán, no le importan los europeos.
Los 28 ministros de Asuntos Exteriores se han dado cita este lunes en Luxemburgo. El encuentro llega en medio de la tensión en el estrecho de Ormuz, uno de los puntos más calientes del planeta y vía vital para el tránsito de petróleo mundial. Los Estados miembros están divididos sobre la autoría de los últimos ataques sobre dos petroleros en el Golfo; pero todos insisten en la necesidad de aliviar las tensiones y evitar el que podría ser el padre de todos los conflictos entre Arabia Saudí e Irán.
La Unión Europea considera un "avance importante" la liberación de 56 presos detenidos desde durante las protestas que se iniciaron en Nicaragua en abril de 2018. Sin embargo, desde el Servicio Europeo de Asuntos Exteriores (SEAE) se ha llamado la atención al Gobierno nicaragüense por la reciente aprobación de la Ley de Amnistía y se ha recalcado la necesidad de que todos los manifestantes detenidos en el marco de las protestas recuperen “todos sus derechos y propiedades”.
Después de que la Administración Trump reconociese hace unas semanas la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán ocupados, la Comisión Europea ha vuelto a pronunciarse reiterando su postura. Así, Federica Mogherini, Alta Representante de Exteriores de la Unión Europea, ha vuelto a confirmar este martes que Bruselas no reconoce la soberanía israelí sobre dichos territorios.
Emmanuel Macron y Angela Merkel, los líderes de Francia y Alemania, han defendido en París la línea propuesta por Bruselas en la reunión a cuatro mantenida con Xi Jinping, presidente de China. En el encuentro, al que también ha acudido Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, los tres responsables europeos han mostrado unidad frente al desplante de Italia, que este sábado se sumaba al proyecto chino la "Nueva Ruta de la Seda".
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