Quedan dos semanas para la fecha marcada en el calendario por Bruselas y Reino Unido y las opciones se agotan. Un acuerdo atascado en la Cámara de los Comunes y la convicción de evitar el no acuerdo aumentan las probabilidades de una extensión para el Brexit. Donald Tusk ha avisado de que tratará de convencer a los Veintisiete de una solución no deseada pero que podría ser la única factible.
Aunque se sabía desde hace días que el Brexit no sería el 29 de marzo, ahora el Parlamento británico lo ha confirmado. Una abrumadora mayoría de más de 200 diputados ha apoyado que el Gobierno pida a la UE una extensión del Brexit. Esta extensión será hasta el 30 de junio si el miércoles la Cámara apoya su acuerdo. Si no, se entrará en una longitud mayor y con la participación británica en las europeas. Para que se aplace el Brexit los Estados miembros deberán aprobarlo en el Consejo Europeo de la próxima semana.
Finalmente el Parlamento británico se ha inclinado a apoyar que el Reino Unido no salga en ningún caso ni escenario de la Unión Europea sin acuerdo. La primera ministra ha sufrido así otra derrota al ver enmendada su propia enmienda, que solo hablaba de evitar un Brexit sin acuerdo este 29 de marzo. El jueves se votará la extensión del Artículo 50, pero May ha avisado: si no se vota su acuerdo en los próximos días tendrá que solicitar una extensión larga del Brexit.
Entrada la medianoche, Theresa May, primera ministra británica, y Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, anunciaban en Estrasburgo un acuerdo para salvar el Brexit. La británica llamaba ‘cambios legalmente vinculantes’ al Acuerdo de Salida, mientras que el luxemburgués insistía en que el texto acordado no se ha reabierto. No obstante, ambos hablaban para el Parlamento británico, que vota en unas horas por segunda vez el crucial destino del Brexit.
Se esperaba una derrota menos dolorosa que la anterior vez para la primera ministra. Y así ha sido, pero con una igualmente contundente derrota de 149 diputados. Theresa May plantea para el miércoles una votación sobre abandonar la UE sin acuerdo, y si sale que ‘no’, el jueves se votará una extensión del Brexit. El Reino Unido abandonará la UE en tan solo 17 días mientras que Bruselas afirma que no puede hacer más.
Este martes el Parlamento británico deberá votar el Acuerdo de Salida de Theresa May, primera ministra británica. Aunque los ‘tories’ habían recibido mensajes durante las últimas horas de que el voto se sustituiría por una moción en Westminster donde se plantearía qué tipo de Brexit quiere la cámara, finalmente la votación sí tendrá lugar. Un diputado conservador afirma que se está a punto de llegar a un acuerdo.
Depende de los diputados británicos terminar con la incertidumbre y de la UE darles el material para que estos tengan razones para votar a favor. En un extenso mensaje, Theresa May, primera ministra británica, ha vuelto a insistir una y otra vez que la única forma de cumplir con el resultado del referéndum es votar su texto. La UE ha ofrecido a Londres poder salir unilateralmente del Mercado Único si se aplicase el 'backstop'.
No se sabe cuántos son exactamente, pero sí que tienen un poder inmenso para desatascar o enredar más la situación del Brexit. Es el European Research Group (ERG), un conjunto de diputados (se desconoce el número) del Parlamento británico favorables al Brexit y que están poniendo las cosas casi imposibles a Theresa May, primera ministra del país. Su papel fue fundamental en la sonora derrota de la ‘tory’ al presentar su Acuerdo de Salida al Parlamento británico.
Siempre se ha oído a los portavoces, comisarios y líderes europeos hablar de lo preparada que está la UE para el Brexit, sea cual sea el escenario a afrontar. También se ha escuchado hablar de las decisiones británicas para prever escenas prácticamente apocalípticas en tiendas u hospitales si no hay acuerdo. Y ahora el Banco de Inglaterra avisa que el país ha hecho su trabajo en el aspecto financiero, pero que el lado comunitario no, lo que arriesga la “estabilidad” en la UE.
Marzo es el mes marcado para la salida del Reino Unido de la UE. El calendario dice que el 29 de este mes, a medianoche, todo se habrá acabado y la UE volverá a tener 27 miembros. Pero la situación actual pone en peligro cumplir esa promesa: el calendario marca hasta tres votaciones claves en el Parlamento británico que decidirán si el Reino Unido sale con el acuerdo de la primera ministra, sin acuerdo, o pide un aplazamiento del Brexit. Todo está abierto, en un mes que también contará con una cumbre de los líderes europeos en Bruselas.
Abstenerse al Acuerdo de Salida de Theresa May, primera ministra británica, a cambio de un segundo referéndum donde se votase ese texto. Esa es la idea que comenzaría a deslizarse en los pasillos laboristas y podría ser el flotador para la primera ministra: algunas voces como Dominic Raab, exnegociador jefe del Reino Unido sobre el Brexit y de la bancada de la primera ministra, han afirmado que si no hay “cambios sustanciales” al ‘backstop’, su voto sería negativo.
El Gobierno se ha visto forzado a votar sobre sus propias propuestas. La enmienda que apoyaba votar la extensión del Artículo 50 si Theresa May no consigue aprobar su acuerdo ha sido apoyada por la inmensa mayoría de la cámara. Además, los Laboristas han visto derrotado su plan alternativo del Brexit, lo que provoca que apoyen un segundo referéndum. Se espera que May pueda ofrecer concesiones al partido de Corbyn para intentar conseguir el apoyo de los Laboristas.
Theresa May se ha abierto este martes por primera vez a extender el Artículo 50. Aunque no es su opción, ya que sigue buscando un acuerdo, si el Parlamento rechaza el texto que traiga de Bruselas y también la opción de abandonar la UE sin acuerdo, el Gobierno planteará a la Cámara de los Comunes la opción de una "extensión corta" del artículo que regula la salida de un Estado miembro de la UE. Corbyn ha expresado por primera vez en público su idea de respaldar en último término un segundo referéndum.
El Reino Unido y la Unión Europea tampoco han encontrado el oasis en medio del desierto. Bruselas había afirmado que no se llegaría a un acuerdo del Brexit en la cumbre con la Liga Árabe, que se celebra en Egipto. Aun así, ha servido para que ambas partes hablen: Tusk afirma que vería “racional” pedir una extensión del Artículo 50, ya que a su juicio la otra opción es una salida caótica. Antes del 12 de marzo se votará en el Parlamento británico el nuevo acuerdo
Tras mucha insistencia de las bases y de cargos del partido y el abandono de ocho diputados, Jeremy Corbyn, líder de los Laboristas y de la oposición, ha tenido que ceder y apoyar la celebración de un segundo referéndum. Eso ocurrirá si el miércoles el Parlamento no apoya el plan laborista para llegar a un acuerdo con la UE. Todo hace indicar que ese plan será derrotado en la Cámara de los Comunes. El laborista afirma que así busca evitar "el dañino Brexit 'tory'.
El líder laborista ha visitado Bruselas solo horas después de la reunión de May con Juncker. Jeremy Corbyn se ha reunido con Michel Barnier, negociador jefe de la UE para el Brexit y con Guy Verhofstadt, negociador jefe de la Eurocámara. Corbyn ha insistido en su plan “creíble” para el Brexit, que mantendría al país dentro de la Unión Aduanera y los mercados, pero que ya ha rechazado May. Además, ha visto la posibilidad de un Brexit sin acuerdo “muy presente”.
Apareció Juncker con una tirita para recibir a May: “Me he cortado afeitándome, no ha sido la primera ministra”, afirmó con tono jocoso en una rueda de prensa anterior. Esa tirita sigue tapando la herida en la salida del Reino Unido, pero las dos partes trabajan para curarla y no tener que extirpar. Londres y Bruselas han explorado cómo aportar garantías sobre la temporalidad del ‘backstop’, el papel de los “arreglos alternativos” al ‘backstop’ para el futuro y qué cambios pueden realizarse a la declaración política.
Bruselas vivirá este miércoles un nuevo cara a cara entre Jean-Claude Juncker y Theresa May, con las posiciones de un lado y al otro del Canal enrocadas y con Bruselas rechazando las condiciones que Londres plantea al ‘backstop’. Al mismo tiempo, Jeremy Corbyn vive una de sus grandes crisis como líder laborista: los siete diputados que abandonaron el partido el lunes podrían formar un nuevo partido para antes de 2020.
Las crisis no son exclusivas de los Conservadores y de Theresa May. El grupo laborista ha perdido a siete de sus diputados que protestan por el “antisemitismo” y la forma de manejar el Brexit del partido y su líder, Jeremy Corbyn. Todos estos diputados están a favor de un segundo referéndum. Por otra parte, fuentes diplomáticas afirman que solo se podrá negociar con la primera ministra May en el caso de que tenga un “mandato parlamentario”.
Finalmente, Theresa May, primera ministra británica, ha tenido que pedir al Parlamento británico el aplazamiento de un nuevo acuerdo sobre el Brexit, ya que, una vez más, no tiene avances en sus negociaciones con Bruselas. La líder ‘tory’ ha insistido una vez más que es necesario hacer cambios en el ‘backstop’. Por su parte, Jeremy Corbyn ha acusado a la primera ministra de ‘chantajear’ a los diputados aplazando la votación jugando a una especie de ruleta rusa entre el acuerdo de May o el caos de una salida desordenada.
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