La Comisión Europea ha solicitado al Consejo la activación del artículo 7 del Tratado de la Unión a Polonia con el objetivo de defender los derechos y libertades de los polacos ante la reforma judicial emprendida por el anterior Gobierno de Beata Szydlo. De facto este hecho sin precedentes en la UE demuestra que si bien en Europa no tenemos una Constitución, sí tenemos un cuerpo legal amplio, extenso y acumulado en el tiempo que defiende los derechos y libertades de los ciudadanos ante cualquier intento interno y externo de vulneración de los mismos. Ahora tendrán que ser los ministros del Consejo de Asuntos Generales los que por una mayoría de cuatro quintos de sus miembros ratifiquen la propuesta de la Comisión, pero sea como fuere en Polonia ya están cambiando cosas tan serias como el cambio de Gobierno ahora en manos de un político mucho más moderado y más cercano al presidente del Consejo Donald Tusk, como es Mateusz Morawieki.