Los jefes de Estado y Gobierno de las siete mayores democracias industriales y los representantes de la Unión Europea se reunieron en Denver (Estados Unidos) para discutir los retos que han de afrontarse en economía, finanzas y otras áreas ante el advenimiento del siglo XXI. Entre las discusiones económicas llevadas a cabo destacan notablemente el crecimiento no inflacionario, la creación de empleo y la estabilización de las finanzas públicas. En medio ambiente, las conversaciones sobre el cambio climático y el estado de los bosques y océanos se cerraron sin muchas orientaciones concretas. Otro de los grandes temas fue la cooperación con los países en desarrollo para promover la apertura de sus mercados al comercio y a la inversión.