Reunidos en Göteborg con motivo de la cumbre entre Estados Unidos y la Unión Europea, George W. Bush, Romano Prodi y el presidente de turno de la UE, Göran Persson, no lograron superar sus discrepancias acerca del Protocolo de Kyoto. Las discusiones sobre comercio resultaron algo más fructíferas, con un compromiso de abrir negociaciones multilaterales en el seno de la OMC y de resolver sus conflictos comerciales evitando la confrontación. En cuestiones exteriores, los representantes de ambas partes acordaron una cooperación más estrecha en la resolución de conflictos.