El Consejo Europeo informal que se reúne a partir de mañana viernes en la flamenca ciudad de Gante llega en un momento de incertidumbre económica mundial, a pesar de las expectativas de solidez y tranquilidad que transmiten los líderes europeos. Pero la envergadura de la agenda (futuro de Europa, lucha contra el terrorismo, ampliación y llegada del euro) invita a pensar que las decisiones que puedan adoptarse en Gante serán pocas y relativamente poco determinantes, ya que la crisis desatada por los atentados de Estados Unidos ha hecho que la Unión, desde todas sus instituciones, apruebe decisiones que conciernen prácticamente a todos los temas. En este Consejo se buscará de forma definitiva la ratificación de todos los Estados miembros en el apoyo en la lucha contra el terrorismo y el avance de la orden de detención y entrega europea, la revisión coherente de la Declaración de Laeken, pero sobre todo, el mantenimiento de los pactos de estabilidad y crecimiento económicos para asegurar la entrada de un euro que se hace fuerte ante la inestabilidad del dólar por la crisis afgana y las oscilaciones en el precio del crudo.