Un acuerdo entre 16 fabricantes de televisores ha recibido la autorización de la Comisión Europea, a pesar de ir en contra de los principios de las reglas de competencia. El proyecto, que permitirá reducir el consumo energético de los aparatos, se ha beneficiado de una exención prevista para determinados acuerdos gracias a su impacto positivo en el medio ambiente. La Comisión ayudó a las empresas en la fase de elaboración del proyecto, que disminuirá el gasto de energía de los televisores y de los vídeos cuando estén en función de espera.