La aceptación cultural, el peso de las contribuciones sociales y el exceso de formalidades administrativas son las principales causas de las disparidades entre Estados miembros en cuanto a índices de economía sumergida, ha declarado la Comisión Europea. El debate que ha abierto sobre el trabajo no declarado, que representa aproximadamente un 16% del PIB de la Unión Europea, debería permitir a los Estados miembros cooperar en este ámbito. Si no fuera el caso, la Comisión misma propondría una acción coordinada de lucha contra la economía sumergida, basada principalmente en la liberalización y en la flexibilización del mercado laboral.