A pesar de la guerra en Irak y la tensión existente con Turquía, la Comisión Europea ha aprobado hoy la renovación del partenariado de preadhesión con este país, que supondrá un aumento significativo de las ayudas que recibe. Sin embargo, el mensaje de la Comisión Europea es claro: Turquía no debe abandonar el impulso de acercarse a Europa y debe solventar los déficits que aún presenta, especialmente en la lucha contra la tortura, la concesión de derechos culturales, la libertad de asociación y religiosa, entre otros. Además, considera que el papel del Ejército turco debe asimilarse más al de los europeos y que una hipotética entrada en territorio iraquí tendría serias consecuencias en su relación con la Unión Europea.