Los habitantes de la provincia turca de Bingol siguen colapsados por el terror generado por el seísmo de ayer. Las cifras de fallecidos se elevaban esta mañana a 105, mientras que cerca de 500 personas, como mínimo, habrían resultado heridas. Sin embargo, el número de víctimas podría incrementarse en los próximos días, ya que todavía pueden escucharse las voces de los niños atrapados entre los escombros de la escuela derrumbada. La tragedia no ha pasado desapercibida en la UE, cuyos líderes se han puesto inmediatamente en contacto con las autoridades turcas para presentarles sus condolencias y ofrecerles su ayuda en las labores de rescate.