Más de 250 millones de personas padecen directamente los efectos de la desertificación, un problema que amenaza a una tercera parte de la superficie terrestre, es decir, a más de 4.000 millones de hectáreas. Con motivo de la celebración ayer del Día Mundial contra la Desertificación y la Sequía, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, hizo un llamamiento a los gobiernos mundiales para que combatan este fenómeno, al que consideró causa y consecuencia de la pobreza.
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