Tras meses y meses de negociación, los Quince han dado luz verde al reglamento de gestión del esfuerzo pesquero en aguas occidentales, aunque con el voto en contra de Irlanda y España. El acuerdo significa que los barcos españoles no estarán discriminados en las aguas irlandesas aunque seguirá existiendo una zona sensible limitada para todos los buques de más de 10 metros. Sin embargo, el ministro español Miguel Arias Cañete ha anunciado que España estudiará la posibilidad de denunciar el acuerdo ante el Tribunal de Justicia de la UE porque en el período tenido en cuenta para regular el esfuerzo pesquero (1998-2002) la flota española estuvo discriminada. Irlanda, pese a su voto en contra, ha valorado positivamente el acuerdo.