Las autoridades británicas han recibido hoy una solicitud de la Comisión Europea para que pongan fin a la situación de la instalación nuclear británica situada en Sellafield, juzgada como inaceptable por Bruselas. El Ejecutivo comunitario estima que la explotación de esta central no respeta las disposiciones del Tratado Euratom ni las reglas sobre la contabilidad de las cuestiones nucleares, asì como tampoco el acceso de los inspectores de la Comisión con el fin de controlar su naturaleza y cantidad. El Reino Unido deberá someter a Bruselas, antes del 1 de junio de 2004, un plan de acción con las medidas necesarias para terminar con esta infracción.