Romano Prodi y José Manuel Durao Barroso celebraron esta mañana su última reunión de trabajo antes de que el portugués sustituya al italiano el próximo 1 de noviembre al frente de la Comisión Europea. Además de expedientes importantes como el proceso de Lisboa, los dos dirigentes abordaron el próximo voto del Parlamento Europeo, que deberá decidir el miércoles si apoya al equipo designado por Barroso para acompañarle durante los próximos cinco años. Barroso advirtió que si la Eurocámara dijera "no" podría haber un vacío de poder, mientras que Prodi se mostró confiado en el resultado positivo cuando la mitad de su gabinete ya ha sido desmantelado.