La Comisión Europea ha expresado hoy su preocupación por la ley sobre el funcionamiento de las fundaciones religiosas que prepara el Gobierno turco, y que podría atentar contra los derechos de las comunidades no musulmanas. Se trata de un viejo problema que ya fue expuesto en una carta remitida a mediados de junio por el comisario de Ampliación, Olli Rehn, a las autoridades de Ankara. Esta advertencia, sin embargo, no tendrá implicaciones sobre la eventual apertura de negociaciones de adhesión, cuya fecha está fijada para el próximo 3 de octubre, ya que no forma parte de los criterios exigidos para abrir las conversaciones.