A pesar de los esfuerzos de la Unión Europea por mantener un estado de bienestar que incluya buenas atenciones a sus mayores, que gozan de una esperanza de vida cada vez mayor, algunos países como España siguen teniendo un elevado déficit social en lo que a gasto sanitario y farmacéutico para con éstos se refiere, según un informe elaborado conjuntamente por el IMSERSO, la UAM y el CSIC. A estas primeras cifras se suma la cantidad de personas con 65 y más años que situaron a nuestro país en la quinta posición a escala mundial de población envejecida en el año 2000. Entre las conclusiones extraídas de este informe, se desprende el dato que cifra en 77,4% el gasto farmacéutico acaparado por nuestros mayores, siendo éstos también los que mayor uso hicieron de las infraestructuras hospitalarias disponibles en territorio comunitario.