Si el Gobierno alemán finalmente decide subsidiar a las gasolineras de su país para que ofrezcan el carburante a precios más competitivos, como propuso el anterior ministro de Economía, Wolfgang Clement, la Comisión Europea lo consideraría como ayudas de Estado. No obstante, según Bruselas, éstas podrían ser compatibles con la legislación de competencia de la UE si no exceden un límite de 100.000 euros por compañía cada tres años. La finalidad de las ayudas sería evitar que los consumidores reposten en países vecinos.