La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre Marks & Spencer falla a favor del minorista británico frente a Reino Unido al admitir, en determinadas condiciones, el derecho a reducirse fiscalmente las pérdidas registradas por sus filiales en el resto de Europa. Esta decisión podría provocar una mejora de la armonización de los sistemas fiscales entre los Estados miembros. Ante esta posible consecuencia, la reacción de la Comisión Europea no se ha hecho esperar y la portavoz de Fiscalidad y Unión Aduanera, María Assomakopoulou, ha estimado que el fallo del Tribunal elimina los obstáculos para que una empresa de los países de la UE instale filiales en otros socios comunitarios.