La Comisión Europea ha decidido llevar de nuevo a Francia ante el Tribunal de Justicia de la UE por no haber transpuesto a su legislación nacional la directiva comunitaria sobre micro-organismos genéticamente modificados, ideada para proteger el medio ambiente y la salud humana de los peligros potenciales de experimentos biotecnológicos en laboratorios. El país galo ya fue condenado en 2003 por la misma razón, sin embargo, a día de hoy, aún quedan aspectos de la normativa europea que no han sido introducidos en el derecho francés. Por esta razón, desde Bruselas se pide que se imponga una multa diaria de 168.800 euros, a contar desde el día en el que el Tribunal de Luxemburgo dicte su segunda sentencia.