Las tensiones que mantienen actualmente la Unión Europea y Estados Unidos con Irán, provocadas fundamentalmente por la intención iraní de usar la energía nuclear con fines militares, están condicionando las relaciones económicas, comerciales y políticas entre Moscú y Teherán. Ésta es una de las ideas que se desprenden del informe de Antonio Sánchez Andrés, publicado por el Real Instituto Elcano. El documento aborda también la posición estratégica de los ayatolás para Rusia que ve en Irán la posibilidad de consolidar su política exterior en Oriente Próximo, además de incrementar sus beneficios mediante la realización de proyectos energéticos y de infraestructuras en colaboración con Teherán. Sin embargo, la posible cooperación irano-rusa podría quebrarse por las presiones procedentes de norteamericanos y europeos, cuya principal pretensión es garantizar el cese de la actividad nuclear por parte de Irán y el reconocimiento de este país al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).