La pérdida de la biodiversidad en los países pobres contribuye a agravar las condiciones de vida de sus habitantes generando más pobreza y conflictos. En una de las conferencias organizadas por la Comisión Europea con motivo de la Semana Verde, celebrada desde el martes y hasta hoy en Bruselas, los participantes han subrayado la importancia de que la comunidad internacional, ante potenciales crisis humanitarias en estos países, "en vez de apagar fuegos, los prevenga". Así lo ha expresado, en nombre de la organización no gubernamental PAES (Partnership for African Environmental Partership), su presidente, Mersie Ejigu, quien ha planteado a continuación: "Los compromisos políticos han fracasado y han hecho de la biodiversidad un problema secundario. Es hora de que la UE, y no sólo, se pregunte qué se ha hecho mal".