La Comisión Europea ha adoptado normas destinadas a facilitar el acceso a la financiación de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en su fase inicial de desarrollo (creación, puesta en marcha y expansión), en particular, en los casos en que no dispongan de fondos alternativos. La novedad más significativa es el incremento en un 50% del nivel máximo de inversión autorizado, que pasa a ser de 1,5 millones de euros por pyme por cada período de 12 meses. El objetivo de esta medida es facilitar el acceso al capital a fin de estimular el crecimiento de estas compañías y crear más puestos de trabajo en la UE.