En la primera sesión plenaria tras la pausa estival, el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, ha pedido un compromiso comunitario, tanto en materia de inmigración como de desarrollo, para "gestionar los flujos migratorios". Según el español, la llegada masiva de inmigrantes a las costas de los Estados miembros es un problema estructural que afecta a los Veinticinco, por lo que debería dejar de verse como un asunto propio de los países que son frontera sur de la UE -España, Italia, Grecia, Malta y Eslovenia-.