La Comisión Europea ha considerado ilegales las condiciones impuestas por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) a la empresa eléctrica alemana E.ON en su oferta pública de adquisición (OPA) sobre la española Endesa. Según Bruselas, esas condiciones infringen la normativa comunitaria en materia de concentraciones y son contrarias a la libre circulación de capitales y derecho de establecimiento. Al margen de esta decisión, el Ejecutivo comunitario ha lanzado un ultimátum a las autoridades españolas para que modifiquen la ley que amplía los poderes del regulador español, porque considera que pueden restringir la libre competencia.