El comité permanente de Cadena Alimentaria y Salud Animal ha dado luz verde a la propuesta de la Comisión Europea de prohibir la comercialización del requesón de la empresa británica Bowland dairy y destruir sus reservas. La inquietud nació tras los análisis efectuados por la Oficina de Alimentación y Veterinaria (FVO, en sus siglas en inglés) -dependiente del Ejecutivo comunitario-, que descubrieron serios problemas de higiene y seguridad en el proceso de fabricación y los ingredientes utilizados para elaborar el requesón. La UE no descarta abrir un procedimiento de infracción contra el Reino Unido.