El 7% de los ciudadanos europeos recibe medicación por problemas psicológicos o emocionales, un 3% asiste a psicoterapia y un 1% está ingresado en hospitales, lo que produce considerables pérdidas económicas -hasta un 4% del PIB europeo-, tal y como refleja el último eurobarómetro sobre salud mental. Asimismo, indica que las mujeres, los ancianos, los jubilados y las personas que trabajan en casa tienen más probabilidades de sentirse mal tanto física como emocionalmente. Otra de las conclusiones que se extrae de esta encuesta, es que las enfermedades mentales tienen efectos muy negativos en la vida laboral y en las relaciones sociales. El 37% de los encuestados considera que las personas con problemas psicológicos constituyen un peligro y la mayoría insta a la Unión Europea a poner en marcha una estrategia comunitaria que se ocupe de la salud mental.