Cosechas más cortas y menos productivas en el sur de Europa, un aumento generalizado e importante de la mortalidad, más inundaciones y un cambio de tendencia en el turismo que puede terminar con el tradicional "sol, arena y playa" que nutre las finanzas de buena parte de las regiones mediterráneas españolas. Este alarmante escenario es el que dibuja el análisis de impacto elaborado por la Comisión Europea, que acompañará mañana a sus nuevas propuestas para frenar el calentamiento del planeta y evitar así los importantes daños económicos, sociales y medioambientales que este cambio climático puede causar en los próximos cien años.