La educación física debería convertirse en una asignatura obligatoria en los colegios de la UE, a la que los alumnos tendrían que asistir, por lo menos tres veces a la semana. Se trata de las peticiones de un informe del eurodiputado popular húngaro Pál Schmitt, adoptado por la comisión parlamentaria de Cultura. El objetivo es reducir el número de niños europeos que son obesos o con sobrepeso, cuya tasa aumenta cada año en 400.000 afectados más.