Los trabajadores altamente cualificados de terceros países prefieren trabajar en Australia, Canadá, Estados Unidos o Suiza antes que en la Unión Europea. Es un hecho avalado por cifras -el 1,72% del total vienen a la UE frente al 9,9% que optan por Australia o el 7,3% de Canadá- al que la Comisión Europea quiere hacer frente con un nuevo régimen de acceso al mercado laboral europeo mucho más atractivo y flexible para trabajadores y familiares. La propuesta adoptada hoy por el Ejecutivo comunitario incluye la creación de una "tarjeta azul" que garantizará al trabajador y sus familiares determinados derechos socioeconómicos que hasta ahora les niegan muchos países, un trámite acelerado para la obtención del permiso de trabajo y residencia y un esquema para "jóvenes profesionales".